Este cuento es especial para
mí porque lo escribí hace tiempo. Después lo corregí, lo cambie un poco y lo pulí
solo para descubrir que en realidad seguía siendo el mismo. A veces nos atamos
a personas y cosas cercanas sin darnos cuenta de hasta qué punto dependemos de ellos. En
este caso quizá es un extremo casi imposible, pero creo que muchas personas
son así. ¿Conocen a alguna?
Solo la piedra.