Dicen que son casi imposibles los viajes en el tiempo. Pero cuánto daríamos
por tener alguna máquina para cambiar algunas cosas, algunos errores, o volver
para ver un ver querido.
Bagaje.
Y Jehová habló a Noé.
El fin de toda carne ha llegado delante de mi porque la tierra está llena de
violencia y corrupción como resultado de ellos. Y en cuanto a mi estoy trayendo
el diluvio de aguas sobre la tierra a toda carne en la cual esté activa la
fuerza de vida. Todo lo que está sobre la tierra expirará.
( Génesis Cap. 6. Ver
17.)
Aconcagua… Segundos después del lanzamiento.
Un potente chasquido
retumbó entre las paredes y un segundo mas tarde un charco de claridad se
apoderó del recinto. Todo había salido a la perfección; sólo bastaba rezar y
esperar que el viajero del tiempo regresara a salvo de su viaje al pasado.
Cuando, de pronto, un hombre vestido de soldado irrumpió en la sala
evidentemente enajenado
- Deténganlo.
Deténgalo –gritaba- Hay que detener al
viajero. Ha ocurrido una desgracia.
Blandiendo los brazos
como un enloquecido recorrió las mesas cargadas de computadoras, con la mirada
desorbitada y el rostro desencajado.
- Cómo que detenerlo.
No se puede. Ya es demasiado tarde.
Detrás del soldado
entró otro, pero esta vez parecia tratarse de
un oficial con rango mas alto.
Lucía gran aplomo, aunque evidenciaba el autocontrol.
- ¿No se lo puede
traer de vuelta ? - dijo con una vos potente y amenazadora - ¿Debe haber
una manera de detenerlo ?
- No. Es imposible ya
salió de este tiempo. Tenemos que esperar que el viajero se contacte con
nosotros.... ¿ Pero qué paso ?. ¿ Porqué hay que traerlo de vuelta ?.
¿Qué pasa ?. Los instrumentos no dicen que haya pasado algo malo. ¿ Está
en peligro la vida del viajero ?.
- Ojalá fuera solamente
su vida.
- Qué es entonces.
Un silencio
devastador invadió la sala. Todos miraban expectantes al oficial de alto rango.
- El mundo está en
peligro - dijo - Toda la humanidad está en peligro....
New York 15:12
....... 48 minutos antes del
lanzamiento:
Roberto
Doria era un tipo enfermizo, asmático, que respiraba con un jadeo pesado y
entrecortado. Caminaba por los pasillos del nuevo edificio de las Naciones
Unidas rumbo a las habitaciones del Presidente (la persona mas poderosa de la
tierra) como si fuera lo último que iba a hacer en su vida. Doria solía hablar
como sermoneando y se secaba la piel del rostro con un pañuelo arrugado y
sucio, pero jamás perdía el aplomo de diplomático. Y aunque nunca había gozado de buena salud, y tenía un físico
enclenque y achacoso nada le había impedido llegar al lugar donde estaba.
Aunque, por ahora no había cumplido con su sueño de convertirse él mismo en el
Presidente de la humanidad. Aunque a veces pensaba que ser el segundo era mas fácil e incluso, con eficiencia, hasta con mas poder. Todos sabían que si no se podía convencer al presidente de algo o
si no se podía hablar con el Presidente: era justamente Roberto Doria el hombre
mas influyente que quedaba; el hombre mas cercano y con mayor poder de persuasión posible.
Doria
llegó jadeante hasta la puerta de la habitación del Presidente, se detuvo,
pensó su anuncio, el cual fue emitido por el traductor neuronal y una ves que
recibió el permis, entró.
En
una esquina de la vasta habitación un hombre desnudo se tomaba un baño y lo
miraba evidentemente enojado desde el interior de la enorme bañera. Era el
Presidente. Roberto odiaba a ese hombre rechoncho y burgués hasta en el centro
de su alma, pero el verlo en la bañera fofo y blanco como una foca torpe le
causó gracia. Trató de guardar la compostura y agotado un silencio delator el
Presidente le pregunto:
-
Roberto. ¿A que debo esta visita tan desconsiderada de su parte?. Ya ni bañarme
tranquilo me dejan.
-
Discúlpeme que lo haya molestado señor Presidente. Se que este es uno de los
pocos momentos en que puede gozar de un poco de privacidad, pero no sabía que
se estaba bañando.
- Está bien. No se
preocupe. Ya está hecho. Dígame qué lo tiene tan apurado.
Roberto Doria trató
de no demostrar su desagrado. Se secó el rostro con un pañuelo floreado y le
dijo:
- Bueno... Mire señor
presidente vine hasta aquí por que le traigo buenas noticias.
- Espero que sean tan
buenas como las pregona.
- Sin duda que son
buenas. Ya está listo el hombre que va a viajar al pasado y la maquina del
tiempo también. La probaron hasta el hartazgo y aseguran que todo va a salir
bien. Hoy a las 16,00 van a lanzarlo hacia el pasado.
- ¿Lanzar le llaman?. Cómo si fuera un
lanzamiento de cohetes del siglo 20.
- No se... Parece que
a los científicos les agrada esa palabra lanzar. Y seguramente hasta harán una
cuenta regresiva.... Le da mas sabor al proyecto.
- Y bueno allá ellos.
Por lo menos terminaron esa locura y me dejaran tranquilo las presiones. A
veces creo que me equivoqué al darles todo mi apoyo... Dígame Roberto. ¿usted
qué es lo que piensa sobre el proyecto?. Nunca lo hablamos y me interesaría
conocer su opinión al respecto. Sobre todo qué piensa sobre eso de descubrir si
realmente existió el Diluvio Universal.
- Y.. bueno.. yo creo
que en este momento confirmar la veracidad del Diluvio se transformó en la
mayor incógnita de la humanidad. Hay vestigios de un diluvio pero nada
concreto.
- Espero que lo
encuentren. O por lo menos que encuentren a Noe...
Roberto Doria también
deseaba eso. Tenía muchas esperanzas de que así fuera.
- Dígame Roberto. -
le preguntó de nuevo el presidente -¿Qué dice la iglesia con respecto a esto de
viajar al pasado para comprobar la existencia del diluvio.
- Y mucho no le
gusta. Pero no pierden la fe....
Aconcagua 15:15...
45 minutos antes del lanzamiento:
Ezequiel Alonzo se
despertó, se lavó el rostro con un chorro de agua purificada y se dirigió a la
enfermería del enorme complejo de la maquina del tiempo excavado en el
Aconcagua. Era un hombre taciturno, por momentos demasiado imperturbable, pero
poseía una voluntad de hierro y una honradez de hierro. Un centenar de
científicos transpiraban dándole los últimos retoques a la imponente maquina
del tiempo antes del lanzamiento. Su lanzamiento. Entró en la enfermería y
saludó a todos demostrando decisión, como le había dicho su padre, “Demostrá
decisión y valentía cuando desees lograr algo”, y se dirigió a la camilla donde
lo esperaba el medico a cargo del proyecto, Joaquin Davila.
Joaquin Davila lucía
un guardapolvo verde y un barbijo le cubría l,a boca. Cuando Ezequiel se acercó
el medico le pidió vacilante que se sentara en la camilla y mientras
inspeccionaba su cuerpo con un infinidad de instrumentos electrónicos, sondas y
scaneers le dijo:
- Lo veo bien hoy
Ezequiel. Debe estarlo. Probablemente este sea el día mas importante de su
vida. Y creo que de muchas personas también.
- Es cierto. Y tanta
responsabilidad me pesa. A veces pienso que si algo falla en este proyecto va a
ser pura y exclusivamente porque me volvió loco tanta responsabilidad.
- No se preocupe.
Tómelo de este modo y le va a ser mas fácil. No esta solo. Usted es el último
escalón de una gran pirámide. Un millar de personas han hecho lo imposible para
que esto funcione a la perfección, incluyéndome a mi... principalmente a mi. Y aunque es cierto que allá, en el pasado, va
a estar solo: recuerde que aquí somos muchos los que velamos por su seguridad.
Hasta que usted vuelva, se lo aseguro, el mundo no va a dormir tranquilo. Eso
se lo puedo asegurar...
Joaquin Davila
continuó con los análisis. Nivel de azúcar en la sangre, defensas, asimilación
de una multitud de vacunas, ritmo cardíaco etc.. y quince minutos después,
cuando los análisis parecían estar en los márgenes requeridos, comenzó a
desconectarles la infinidad de cables que rodeaban el cuerpo de Ezequiel.
- Recuerde Ezequiel
que si lo vence el sueño lleva usted una cantimplora y, en esa cantimplora, un
compartimiento especial con un gotero y un potente estimulante - le dijo - Se toma unas gotas y listo, pero no abuse
mucho de su sueño. Cuando pueda descanse y recupere energías y normalice su
sistema inmunológico. No se olvide que en la
época a la que usted viaja existían un sin fin de pestes y enfermedades
y además escaseaban las duchas.
- Ya lo se. ¿ Que
creé que estuve aprendiendo todo este tiempo?.
- Está bien, no se
enoje, solo le aviso. Un cuerpo cansado y llenó de estimulantes es mas proclive
a contagiarse una enfermedad que un cuerpo recuperado.
- Pero cómo... ¿No es
que estoy inmunizado contra cualquiera de las
enfermedad de esa época ?.
- Pero sí hombre, por
supuesto que si. - por un momento el Medico pareció ofendido, luego prosiguió
mas tranquilo - En este momento no debe existir persona mas sana y vacunada en
el mundo que Ud. Igualmente lleva otro compartimiento secreto con todo tipo de
remedios para casos extremos. Para cualquier malestar que se presente en el
viaje.
"Espero no
contagiarme de nada", rezó Ezequiel. Aunque el posible contagio de una
enfermedad era el menor de sus problemas. Mas allá de que en el siglo veintiuno
se conocían los métodos suficientes como para derrotar cualquier enfermedad
antigua, su vida estaba en peligro por otras razones. Como por ejemplo: el
contacto con la gente. Nadie podía precisar cual podía ser el comportamiento de
la gente de aquellas épocas al verlo y si por esas casualidades se topaba con
una banda de ladrones o de soldados, el resultado de ese encuentro podía ser la
muerte. "En todo caso, mandaran otro", pensó Ezequiel, "y nadie
va a llorar por mi".
Joaquin tomó una
jeringa. Buscó la vena en el brazo derecho de Ezequiel y se dispuso a
inyectarlo.
- Otra mas. Pensé que
ya no me inyectaban mas.
- Si. Está es la
última. Con está no habrá microbio que se le acerque....
Hubo demasiada contra cuando el proyecto de viajar a la
época del Diluvio se creó. La iglesia católica fue el principal opositor al
viaje. Al principio por miedo. Aunque no por miedo que se supiera que el
diluvio era un figura inventada por un grupo de sacerdotes mentirosos. Sino,
porque la iglesia sostenía que aunque no se encontraran rastros de Noe o del
diluvio, eso no alcanzaba como para asegurar que dicho Diluvio era una farsa.
Algo así como pretender asegurar que nadie entró a una habitación por que no se
hallaron rastros de él en su interior. La iglesia, en realidad, temía por la
publicidad que acarearía un informe negativo del proyecto. En este siglo en que
nada se podía hacer en secreto porque al segundo las agencias noticiosa lo
sabían: viajar al pasado y no hallar rastros del diluvio les entregaría un arma
demasiado filosa a aquellos que usaban las comunicaciones en su propio
provecho; y podía ser el fin de la iglesia como entidad. Y en caso de
asegurarse la existencia de un diluvio, mas allá de asegurar la veracidad de la
Biblia como palabra inicial, también se destruía una de las armas básicas del
concepto de religión: La fe. "Si algo no ocurrió la fe lo hace
realidad" le decía el Papa Juan Pablo III a los científicos y es
justamente a lo que apuntaba la Biblia: a la fe incorruptible del hombre.
Aconcagua 15:40 ......
20 minutos antes del lanzamiento:
Ezequiel llegó hasta
la sala central del edificio. En ella estaba emplazada la puerta temporal. Solo
eso, una mínima puerta anterior a otra sala redonda donde, a una
hipervelocidad, se alcanzaría el punto de unificación de todas las fuerzas (o
también llamada era de GUT) donde se abriría el espacio-tiempo.
El principio del
viaje en el tiempo era simple: comprimir la materia hasta niveles jamas
alcanzados, ni siquiera en el núcleo de las estrellas. Y para lograrlo el
Aconcagua se había convertido en un enorme acelerador de partículas.
Cuando la maquina se
ponía en funcionamiento se alcanzaban las ingentes e increíbles energías y
temperaturas de la sopa de energía primigenia del universo. Las condiciones
anteriores a una micronésima de segundo ( 1 x 10 a la -35 segundos) de la gran
explosión (Big Bang), donde todo lo conocido se fundía en una clase de
partículas llamadas "partículas X", partículas de muchas dimensiones.
O como le explicaría uno de los científicos a Ezequiel, "El momento en que lo único que existía era
Dios, su soledad y su energía".
Ezequiel se sentó en
un sillón especialmente preparado y un par de técnicos, uno con las manos
grandes como de gorila, y el otro con la voz aniñada y un casco virtual en la
cabeza, comenzaron a darle los últimos retoques a la serie de instrumentos de última
generación que llevaba escondidos en su cuerpo.
- La cámara
implantada en la órbita izquierda funciona a la perfección. - le dijo el
técnico del casco. Ezequiel solo veía sus labios - Recuerde que cuando necesite
filmar algo, debe pensar que en ves de un ojo tiene una cámara. En ese momento
olvídese que alguna ves tuvo ojos piense como camarógrafo y listo.
- Ya lo se... Meses
escuchando lo mismo... Tengo un zoom y hasta un intensificador de imágenes para
la noche, como si no lo supiera.
- Bueno mejor así. A
ver. Pongamos en practica sus reflejos de camarógrafo. Tome un primer plano de aquel reloj de allá
arriba por favor.... Eso... perfecto, perfecto... ve, es fácil.
- Solo espero que
cuando me devuelvan el ojo, no tenga ningún problema. Lo extraño. De veras.
- No se preocupe: su ojo está en criogénica y
en buenas manos, pero le aseguro que después de está experiencia no creo que
deseé cambiar la cámara por el ojo. Está en todo su derecho de exigir esa
paga...
Segundos después el
otro técnico, el de las manos grandes, se le acercó. Era el técnico de sonido,
un poco torpe en sus movimientos pero un genio en el tema. A Ezequiel le habían
injertado un traductor de idiomas en el lóbulo parietal y un grabador de
sonidos.
- Su traductor
funciona a la perfección. Recuerde que aunque algunas personas hablaran en su
propio dialecto el traductor tiene una fiabilidad del 85 por ciento.
- ¿Y si no entiendo
nada?.
- No importa. Cuando
vuelva se analizará todo lo que escuchó y para el otro viaje sabrá como
comunicarse.
- Okey. - Le dijo. aunque brotó en hebreo
antiguo...
Cientos de sectas procuraron
también imponer su opinión con respecto al viaje. Probablemente las sectas
fueron las entidades civiles que más lastimaron el proyecto. Desde las que
estaban a favor, hasta las contrarias. Muchas de esas sectas contaban entre sus
filas con fieles insoportablemente fanáticos; y los encargados de la seguridad
del proyecto creían que, justamente de alguna de ellas vendría un atentado. Sin
embrago: o los servicios de inteligencia de los países involucrados en el
proyecto habían dado resultado o en ninguna de esas sectas estaba la idea de un
atentado. No obstante desde la creación
del proyecto una nueva secta había aparecido en el universo religioso de la
humanidad. Aunque sus integrantes trataban de escabullirse del mote de secta:
eran demasiado sectarios y fanáticos como para trascender. Se hicieron llamar con arrogancia “los Guardianes de la Verdad Universal”, “o los Testigos de
Noé”. Hasta el día del lanzamiento sus integrantes fueron los más férreos
detractores del proyecto. Organizando marchas, manifestaciones y apostando un
millar de fanáticos en las puertas del complejo, que molestaban sin cansancio
a cada integrante o vehículo del
proyecto que trataba de entrar o de salir del edifico escarbado en la montaña. La última comunicación de los
Guardianes de la Verdad antes del lanzamiento fue:
Dios nos ha entregado
el tiempo para vivir no para que abusemos de el....
Aconcagua 15:59.....
58 segundos antes del lanzamiento:
A las cuatro de la
tarde del 23 de abril del 2047 Ezequiel entró en la maquina temporal. Millares
de personas lo observaban, tanto en el ciberespacio como en las agencias
noticiosas, sin embargo, entró como si ya lo hubiera hecho infinidad de veces,
"Como si fuera al baño", pensó, Ezequiel.
Se abrió la puerta.
10, 9, 8..... Nada se parecía a lo conocido ahí dentro. Un millar de
computadoras calcularon la rotación de la tierra, del sol, de la galaxia y el
paso del tiempo para asegurar que el viajero llegara a “dónde” y “cuándo” se
creía que vivió Noé. 6, 5, 4......
"Si Noé hubiera
contado con está maquina, probablemente no le habría costado tanto trabajo
salvar la decencia", fue lo último que pensó Ezequiel antes de que una
fuerza inconmensurable se apoderara de su cuerpo.
2, 1, 0.... Un
destello, un chasquido y un segundo mas tarde... su cuerpo desaparecía como por
arte de magia del mundo conocido ; y un universo de tiempo desfiló ante su
alma...
New York. 16:01.....
56 segundos después del lanzamiento.
Cuando Roberto Doria
dejó al presidente continuar con su baño entró en su oficina y encontró un fax
electrónico con su código personal. El fax era de “Los testigos de Noé” y estaba membreteado en la pantalla como
urgente.
Al parecer, leyó Roberto,
copias del mismo fax estaban en ese momento en poder de la iglesia, del
presidente y del consejo del viaje. Lo leyó.... leyó el mensaje y lloró.
Roberto Doria, un
hombre de cincuenta años, lloró como un niño.
47 horas antes del regreso y contando....
Ezequiel sintió como
si todos los músculos del cuerpo intentaran
abandonarlo en distintas direcciones. No podía respirar. Creyó que
moriría asfixiado y aunque se intuía que un viaje temporal tan largo traería
aparejado como primer síntoma la falta de aire: lo que él experimentaba en ese
instante era mucho mas horrendo que una asfixia.
De pronto experimentó
una consistencia debajo de sus pies y al segundo algo así como un oleaje de
claridad entró por sus ojos. "Suerte que la cámara del ojo izquierdo esta
desconectada", pensó ; y cuando por fin pudo abrir los ojos, un velo
celeste le cubría el rostro.
Era el cielo.
"Nada ha cambiado" pensó "o he muerto y estoy en el
paraíso". Como pudo se movió y observó manchas de colores alrededor suyo.
Aspiró (en realidad intentó aspirar), pero no pudo. "Llegué. Estoy a
salvo". Intentó parase pero se sentía muy débil. "Eso me dijeron. Los
primeros síntomas que sentirás serán debilidad y asfixia.", y se tendió
unos segundos a analizar la situación mientras las fuerzas regresaban a su
cuerpo.
Cuando se sintió con
fuerzas suficientes como para levantarse se arrodilló en el pasto y miró a su
alrededor. No encontró nada que le asegurara en que época, siglo o año estaba.
Ni siquiera si todavía estaba en la tierra. Solamente unos árboles, el cielo
despejado, y pasto, mucho pasto voluptuosamente crecido por doquier.
"Debo mandar la
nota".
Se esforzó. Saco el único papel que llevaba
consigo, el crayón y escribió la primer palabra que le vino a la mente; un poco
para darse animo y al mismo tiempo para implorar una ayuda divina.
"Aleluya".
Detrás de el se
adivinaba la puerta temporal abierta; un
manchón negro, sin vida, frió en medio del día.
Antes de enviar el
papel envolvió un poco de tierra. "que se atraganten con ella", y
tiró el bollo de papel hacía el centro del óvalo oscuro, el cual desapareció
seguido de un chasquido metálico.
El próximo paso era
esconder en un lugar seguro, la valija con comida, medicamentos, la ropa, y
otros adminículos como un arma. Cuando se disponía a mover la valija hacía unos
matorrales el ovalo negro desapareció, y sólo quedó un circulo de pasto quemado
en su lugar. Tenía 48 horas exactas para volver, encontrar el ovalo abierto y
regresar al futuro.
Estaba solo...
Y todavía no sabía
donde ni cuando...
New York 16:25....
47 horas antes del regreso y contando.....
Roberto Doria salió
corriendo de su habitación y esperó al presidente en la enorme sala central del
edificio. La sala lucía en una de sus paredes un fresco holográfico
expresionsita. Parecía un zoológico en extinción y algunos de los animales se
movían como si tuvieran vida. Roberto pensó que podía consumir días enteros
mirando esas paredes holográficas descubriendo nuevas imágenes. "Que
habría hecho Miguel Angel de haber vivido en este siglo", se preguntó,
"Seguramente una representación viva del Génesis".
El presidente se
acercó por un costado evidentemente preocupado y le dijo:
- Roberto. Esto que
está pasando es increíble. Qué vamos a hacer Dios mío. Tengo que dar la
conferencia la mundo y no se que decir. Qué les digo Roberto.
- No se. Pero creo
que decir la verdad en público va a ser terrible. Yo diría que no les diga nada
por ahora.
El presidente
inspiró, trato de calmarse, Roberto también. Caminaron solos hasta la sala de
conferencias. Los dos eran de las pocas personas de la tierra que sabían la
verdad y caminaron como dos derrotados.
- Qué ganamos con
todo esto. Para qué hicimos todo esto Roberto. Deme una necesidad y buscaría
esperanzas de donde no las tengo.
Roberto lo pensó
bien. El presidente lo había puesto en un aprieto.
- No se. Qué le
parece comprobar que la Biblia es la palabra de dios. Darle un marco de verdad
a todos sus escritos.
- Eso.... Eso fue lo
mas tonto que he oído en mi vida. La iglesia y la gente eso ya lo sabe. La
Biblia tiene poesía, metáforas. No busca la verdad absoluta sino la verdad del alma.
Roberto lo miró. No
creía que ese hombre tuviera un pensamiento tan idílico en un momento como ese.
Empezaba a quererlo un poco. “Aunque, quizás, ya es tarde para verlo de otro
modo”, pensó.
- El papa me lo dijo
el otro día: “no todo lo que dice la Biblia necesariamente ocurrió al pie de la
letra. El diluvio pudo tratarse de otra cosa, lo importante de todas esas palabras vertidas en la Biblia
sobre el diluvio era la ira de dios por la perversión y el mal camino.
- Si. Lo recuerdo bien. Cuando Dios enojado por
tanta perversión le habló a Noé y le dijo. "Voy a borrar de la superficie de la tierra a todo hombre que he
creado"
- Exacto. Pensaba
borrar la semilla maligna de la tierra y no lo logró.... Mírenos ahora sino...
Segundos después el
presidente entraba en la sala de conferencia del edificio donde un millar de
periodistas (hasta los referentes políticos de todos los países del mundo, los
representantes del clero y a pedido del mismo Presidente representantes de casi
medio centenar de sectas religiosas que contaban en sus filas con mas de un
millón de fieles), esperaban su discurso.
La única secta que no
se había presentado por su propia voluntad era: “Los Guardianes de la Verdad
Universal”.
Cuando el presidente
entró en la ciclópea sala de conferencias el silencio y la expectación
conquistó el ambiente. Al segundo una conferencia de alcance universal dio
comienzo en el cosmos ciberespacial. No existía persona en el mundo que no
ansiara escuchar las palabras alusivas al hecho del Presidente. El Presidente
se acomodó la corbata, se acercó al palco evidentemente animado y dijo.
- Señores. Hoy la
humanidad dará un enorme paso en su existencia.....
El discurso duró mas
de media hora. Pero sobre el problema no había dicho nada. Roberto Doria sabía que
había sido un discurso hermoso, aunque ficticio. “si el mundo sabe la verdad se
va a desatar una histeria incontenible”, pensó. “Debemos hacer todo lo posible
para controlar esto” y sintió una llamarada de pánico ascendiendo hacía su
alma. En esos momentos Roberto Doria deseo ser una persona común y corriente y
no saber la verdad que se cernía sobre el mundo...
47 horas antes del regreso y contando......
Ezequiel se vistió
con las pieles que llevaba en la caja. Tenían un olor desagradable, áspero, animal,
y esperaba que alcanzaran para confundir a cualquier persona desconocida que se
presentara en su camino. “no había duchas en esa época” recordó. Dentro de la
túnica de piel llevaba cosido un bolsillo donde guardaba medicamentos y otras
artículos que podían serle necesarios mas tarde. Sin embargo Ezequiel retiró
algunos medicamentos e introdujo en su lugar la pequeña pistola con un buen
numero de proyectiles; pese a que esa no era una de las indicaciones, él,
igualmente lo hizo. "Total... a ellos qué les importa. No voy a permitir
que nadie me toque. Dios que no lo voy a permitir".
Tocó su lagrimal
izquierdo y la cámara del mismo ojo se encendió. Utilizó el zoom para observar
mas allá de su alcance visual, pero no encontró nada interesante. En realidad no
había nadie. Estaba solo, rodeado del rumor apacible y claro de la arboleda.
Antes de avanzar rezó
un padrenuestro. Cuando terminó de rezar: él mismo se preguntó si le serviría
de algo. "Tanta gente creyó que le serviría que debe servir"
Caminó hacía su izquierda
y cuando había dado solamente dado dos pasos estornudó, sintió un escalofrío
que le estrujó el cuerpo, pero no le dio importancia. "Debe ser alergia al
pasado", pensó. Sin embargo no se sentía tan bien como debería.....
New York 17:15...... 46 horas antes del regreso....
La locura que desató
la noticia de que los Guardianes de la verdad Universal habían infectado al
viajero con el virus del "SIDA 2" en el complejo del maquina del
tiempo fue devastadora. Mientras en el Aconcagua los científicos luchaban por
analizar cuales iban a ser los pasos a tomar para resolver la situación; en el
edifico de las naciones unidas (en New York) Roberto Doria, a pedido del
Presidente, se reunían con un grupo de encargados del proyecto. La
responsabilidad le pesaba, pero se había jurado poner mano dura en el asunto.
- Caballeros... el
presidente está reuniéndose en este momento con otros gobernantes. Estamos
conectados directamente con él. La pregunta es simple: ¿Cómo puede ser que se
les haya escapado algo así?.
Uno de los
científicos, máxima autoridad del proyecto, que de científico no tenía ni las
manos porque lucía en traje verde agua perfectamente pulcro y almidonado; y, a
juzgar por su apariencia lo único que sabía sobre el tiempo era la hora, le
dijo tímidamente:
- Bueno hasta hora lo
único que tenemos en claro es que el médico encargado del proyecto un tal
Joaquin Davila fue el que inyecto el virus en el organismo del viajero. Aparentemente este tipo era
partidario de la secta de los Guardianes de la Verdad Universal o quizás se
sumó a las filas de esos locos religiosos después de haber entrado en el
proyecto. Realmente no lo podemos asegurar. Pero fue él quién causo este
terremoto.
- El médico, justo el
médico, tenía que ser.
- Si señor. Si lo
analizamos era algo casi lógico. Fue la persona del proyecto mas cercana al
viajero. El tipo estaba loco y trabajo
de incógnito todo el tiempo. Cuando se divulgó la noticia de la infección,
entramos a su habitación y encontramos un frasco llenó de liquido y una nota al
costado. La nota dice que con ese liquido infectó a Ezequiel. En este momento
estamos analizando el contenido del frasco para ver si es verdad.
- ¿El viajero sabe
algo de todo esto?.
- Nada. - Le contestó
uno de los oficiales a cargo de la seguridad del proyecto a juzgar por la
vestimenta de soldado que tenía - El viajero todavía debe creer que es la
persona mas inmunizada del planeta.
- ¿ Y el médico donde
está?. ¿ Lo atraparon?.
- No fue necesario.
Se pegó un tiro.
- ¡¡ Dios mío!!, que
fanatismo.
- Si pero eso es no
es nada señor secretario. - le dijo el científico de traje verde agua - Si todo
esto de la infección del SIDA. es real, creo que ni Dios mismo nos podrá salvar
del genocidio de la humanidad.
Roberto Doria se
levantó del asiento ante las miradas consternadas de los asistentes y caminó
alrededor de la mesa hablando sólo. Hablaba directamente con el Presidente y
cuando paró de hablar dijo:
- Quiero saber todos
los problemas que nos traerá esto de la infección. ¡ ya!.
Uno de los
científicos (que hasta ese momento observaba en silencio la charla y parecía un
científico con su pelo desordenado y la vestimenta desentonando completamente),
se levantó y encendió la enorme pantalla del pizarrón electrónico en cuya superficie
de plasma aparecieron unos gráficos de colores:
- A finales del siglo
veinte nos azotó una peste llamada Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida.
- Ahórrese las
explicaciones, por favor, ya se todo lo referente a eso. Vamos al grano que el
tiempo nos corre.
- Si señor
secretario.... Al comenzar el milenio se pudo controlar el virus mediante unos
cambios especiales de tipo genético insertados en los leucocitos
"T4", la base de nuestro sistema inmunológico, ayudándolos a
reconocer al virus del SIDA como tal. En éste siglo todo el mundo está vacunado
contra el virus y los hijos de nuestros hijos también lo estarán porque los
cambios se transmiten genéticamente..
"Se puede decir
que nosotros creamos está enfermedad, y nosotros mismos la destruimos para
continuar con la perversión", pensó Roberto. El científico desplegó en la
enorme pantalla del pizarrón electrónico algo que parecía un asteroide de
colores y prosiguió.
- Así era
morfológicamente el virus del SIDA. No vamos a entrar en detalles de como
evoluciona esta enfermedad, todos la conocemos a la perfección. Sin embargo, al
parecer, un grupo de científicos, no sabemos de donde ni de quienes se tratarían, mutaron el virus
del SIDA anterior y se lo inyectaron al viajero. Según expresan los Fax
enviados por la secta, por supuesto.
- Al grano joven. ¿
De qué se tratan esos cambios y como influirían en nosotros?
- Bueno... por suerte
los análisis del frasco que tenía el medico en sus manos terminaron recién y me
los acaban de transmitir. Denme un minuto y les dijo.
El científico leyó el
comunicado en la computadora. Sus ojos iban de un lado a otro con una velocidad
inusitada, parecía que se le iban a escapar de las cuencas.
- Malas noticias...
el virus parece ser mas poderoso que el anterior. Y por lo que dice aquí:
principalmente en lo referente a su periodo de incubación. - observó el monitor
que tenía a un costado y continuó - Según estimaciones de último momento los
síntomas se presentarían en el termino de unas pocas horas horas.
- ¡¡ Dios!.¡ menos de
un día!! La pensaron bien los malditos.... - dijo Roberto al borde de las
lágrimas - Si realmente lo hicieron. Si se atrevieron a morir por una causa tan...
tan... mierda.. tan desquiciada.
Roberto suspiró para
tranquilizarse, aquellas revelaciones parecían turbarle mas que a los demás
asistentes. "Que habremos hecho, dios, mío. Qué hicimos", se dijo Roberto.
- Al parecer, señor
secretario, aunque el virus se contagia de la misma manera que el anterior, las
defensas implantadas en nuestro organismo no reconocen al nuevo virus como
virus y en menos de 24 o 48 horas, como mucho, un contagiado con este nuevo
virus moriría en un paroxismo infeccioso. Además no estamos tan seguros de cómo
se contagia. Puede ser. Que sea mas fácil contagiarselo. Ademas parece mas
fuerte que el anterior. Creo que resistiría varios minutos en el aire.
- O sea que...??
- Si, si nuestro
viajero contagia a alguien, el virus se esparciría entre la población de
aquella época en términos vertiginosos. Y debo aclarar que la función del virus
fue aumentada, y no solo inutilizaría el sistema inmunológico, sino que
acompaña y ayuda a toda infección a que entre en el organismo, además de atacarlo
el mismo.
- El arma perfecta,
silenciosa, invisible, rápida, efectiva. - dijo el encargado de vigilancia.
- Si, es terrible,
pero es real. Nosotros creemos que en menos de una semana tendríamos una cura,
pero con los conocimientos que se tenían de medicina en aquella época (que no
era mayor que unos cuantos yuyos) sería catastrófico. El SIDA y el cáncer son
enfermedades de está época, difícilmente podrían detenerla. Vuelvo a repetir:
sería catastrófico.
Roberto Doria volvió
a su rito de hablar solo y después preguntó.
- ¿Que quiere decir
exactamente con catastrófico?.
- Los civiles siempre
con esa lentitud que los caracteriza. - dijo el encargado de la vigilancia
sacándose la boina recién en ese instante y levantándose del asiento enojado. -
El técnico quiere decir que la humanidad como la conocemos, difícilmente
sobreviviría si no detenemos enseguida al viajero. Eso quiere decir. No debemos perder mas tiempo e idear la
manera de sacarlo de allí ya.
"Lo mas seguro
es que ya sea tarde. Que desaparezcamos, que hayamos sido nuestros propios
verdugos", pensó Roberto Doria....
45 horas antes del regreso y contando.....
Ezequiel olió humo en
el ambiente y trató de hallar su procedencia. No podía creer que pudiera
diferenciar en el aire el humo del entorno. "Pero claro", pensó,
"la contaminación todavía está en pañales en está época". Aquello le
daba la idea de que, al menos, no estaba en el siglo veintiuno, ni siquiera en
el 19, pero con eso no le alcanzaba.
Al fondo, con el zoom
de la cámara, divisó algo parecido a un sendero. Cuando lo alcanzó gritó
"Eureka"; y, aunque era nada mas que un debil, fruto de constantes
caminatas, decidió tomarlo, caminando hacía donde venía el viento. "Si hay
humo hay vida humana", se dijo.
El sendero trepaba
una loma de unos doscientos metros de altura. Al principio, cuando comenzó a
subirla, no le pareció alta, pero a mitad de camino sintió que le faltaba el
aire. "No puedo detenerme ahora. Ni tampoco tomar alguna pastilla tan
rápido; dijeron que la asfixia era uno de los síntomas del cambio
temporal". Pero estornudaba y le dolía la garganta.
Cuando por fin llegó
hasta la cima, jadeando, divisó, al otro lado, una aldea. "Aleluya"
gritó. En ella se observaban a simple vista tres tiendas, camellos atados, y un
sin fin de vasijas. Bajó.
Al llegar a unos cien
metros de la aldea unos hombres aparecieron. Estaban demasiado sucios, parecían
enfermos y le hablaron. Por suerte el traductor le sirvió e medianamente
entendió lo que pretendían decirle.
Fue su primer
contacto son un ser humano y por cómo vestían y hablaban estaba seguro que era
la época que buscaba....
New York. 18:30.. .... 45 horas antes del reingreso y
contando....
Todo intento puesto
en practica por los organismo internacionales para esconder la noticia del
viajero infectado con SIDA2 no había dado resultado. Una ola de locura tiranizó
la tierra y el Presidente, para calmar los ánimos, pensaba dar otro discurso
intentando asegurarle al mundo que todo se iba a controlar, sin embargo, los
entendidos, ya descartaban cualquier esperanza. La gente enloquecía en cada
rincón del mundo y comenzó una caza vengativa de todos los integrantes de los
“Testigos de Noé” y se quemaron las sucursales que las secta tenía a través del
mundo.
Mientras tanto,
alrededor del Aconcagua, un millar de personas exaltadas se habían congregado,
tratando de entrar y destruir todo; y el peso de llegar a pagar un alto precio por construir una
maquina del tiempo se notaba en los rostros de los reunidos en el edificio de
la ONU. Principalmente en Roberto Doria.
A la izquierda del Roberto
Doria el General Schmidt acomodaba su pistola 9mm de aleación de cerámica sobre
la mesa. El General representaba el brazo armado del gobierno de la ONU y tenía
fama de hombre duro y de escasos escrúpulos. Cuando se presentó en la sala sus
primeras palabras fueron:
- Habría que matar a
todos los científicos del mundo. Siempre jugando a ser dioses... Soberbios de
mierda.
Aquella intromisión
violenta caldeó aun mas el ambiente y fue el propio Roberto Doria quien tuvo
que interrumpir una pelea generada entre el científico de traje verde y el
General Schmidt interponiendo su humanidad.
- No vamos a lograr
nada si nos peleamos aquí. Por favor... estamos ante algo demasiado serio.
Debemos tener en cuenta que el mundo esta en nuestras manos.
Cuando todos los
reunidos se tranquilizaron Roberto Doria tomó la palabra.
- Señores ¿ qué
deberíamos hacer?, díganme por favor y en calma.
- No hay mucho para
hacer señor secretario - dijo el científico del pizarrón - Si nuestro viajero
todavía no tuvo contacto físico o sexual con alguien se puede salvar la
situación intentando traerlo de vuelta cuanto antes, pero si ya tuvo contacto
con alguien no se.
- Yo propongo que
mandemos un soldado. - dijo el General Schmidt - Un soldado que lo encuentre y
le haga un análisis cerebral para ver a quien contactó, después que lo mate e
incinere, y mas tarde que incinere a cada uno de los que el viajero tocó.
- Pero eso es
descabellado. - dijo Roberto - Tiene que haber otra manera mas humana de
resolverlo.... no se... mandar a alguien un poco antes por ejemplo. En el
momento en que el viajero llegó a el pasado. Tenemos una maquina del tiempo y
justamente con el tiempo podemos hacer lo que queramos o no.
- No. - contestó el
científico del pizarrón - No es tan fácil. Primero que no se puede enviar nada
por el ovalo porque sino el bucle se cerraría y perderíamos para siempre el
contacto. Solo el viajero puede enviar cosas al presente. Desgraciadamente es
así: el comportamiento del bucle solo tiene un camino. Además, es imposible
calcular la abertura de otra puerta temporal con menos de dos años de
diferencia. ¿entiende ?. Solo podemos utilizar el tiempo y el espacio de
ese bucle que ya hemos abierto. Si abrimos otro para contactarnos con el
viajero no podemos predecir cuando aparecerá y posiblemente perderemos el
contacto. Lo que si podemos tratar de hacer es (según nuevos cálculos y con
mucha energía) abrir algo así como un bucle en el mismo que ya hemos creado.
Probablemente menor, pero lo suficientemente grande como para enviar algo o a
alguien. Es la única alternativa que tenemos.
- Vuelvo a repetir. -
Cortó el General Schmidt. - Mandemos a un soldado para matarlo y listo.
- Pero.... - balbuceo
Roberto Doria.
- Pero nada señor
secretario. Si este hombre se contactó, de la manera que ya sabemos, no nos queda
otra que matar al contactado y en todo caso detonar una bomba nuclear lo
suficientemente fuerte como para destruir cien kilómetros a la redonda del
lugar. Y piense en la la opinión publica. Si este hombre regresa a salvo será
la perdición de todo. No podemos decir: "ya está lo trajimos, no se
preocupen que el virus ya fue controlado". La gente pensará que no tuvimos
la fuerza necesaria para actuar. ¿entiende?. Que ante un peligro de está
magnitud no actuamos con la decisión esperada y puede ser peor el remedio que
la enfermedad. Hay que matarlo para conservar el sistema de cosas y en lo
posible eliminar todo vestigio de que una persona de éste siglo visitó aquellos
tiempos. Es simple. No tenemos otra opción.
"Tiene
razón", pensó Roberto Doria "no cabe duda que tiene razón, pero que
alto precio debemos pagar por nuestra arrogancia".
Después de una leve y
ahogada discusión sobre la piedad, el valor de la vida y el triunfo de la
mayoría sobre la minoría, acordaron enviar un hombre armado al pasado.
- Cuanto tardarían en
tener todo listo - preguntó Roberto...
- Unas diez horas
como mucho, si trabajamos con celeridad.
- Que sea en menos
tiempo todavía. Y ojalá nuestros esfuerzos sirvan de algo.
42 horas antes del regreso y contando......
Ezequiel se sentía
demasiado cansado y tenía la nariz tapada y estornudaba constantemente.
"Estoy resfriado ¿como puede ser?", se preguntó; y se juró que en
cuanto pudiese descansar volvería a la zona de la puerta para tomar algún
medicamento. "Sino fuera por que cambié el arma por los
medicamentos....."
Las personas que lo
llevaron a la aldea parecían un grupo de analfabetos y torpes, pero no lo
habían tratado mal; todo lo contrario lo invitaron a comer con ellos y a pasar
la noche. Hablaban de un pueblo o una aldea mas allá del horizonte, hacía donde
el sol se escondía. Y aunque Ezequiel pretendió ir hasta esa ciudad en ese
momento, no se lo permitieron. Al parecer estaban de festejo y se hacía de
noche.
Las mujeres, o lo que
para ellos eran mujeres, aparecieron con algo que él dedujo era vino o algún
sumo alcohólico. "nada cambia, todo sigue igual", pensó; y sin
demasiados preámbulos comenzaron a beber y comer; y aunque él se sentía
realmente muy mal, tomó también por miedo a que su negativa causara resquemor o
le valiera la muerte.
Tomó y tomó durante
horas. Al final, algunos de los personaje olorosos que lo circundaban,
comenzaron a vomitar. Ezequiel intentó, cuando no lo veían, tirar la inmundicia
caliente que le ofrecía una de las mujeres a un costado, pero ya había tomado
lo suficiente como para sentirse mareado.
La mujer se le
acercó. Olía a almizcle, a alcohol y a transpiración. El le preguntó si por
casualidad había visto algún profeta o a alguien medio loco anunciando que el
mundo desaparecía en una lluvia torrencial. La mujer le dijo que si. Aunque a
Ezequiel le pareció que aquella mujer le mentía porque, la misma, le había
insinuado que le diría el paradero del profeta
si él accedía a hacer el amor con ella. Ezequiel trató de liberarse del
asedio sexual de la mujer, pero le fue imposible. "Estoy en la boca del
lobo, mierda, hice todo al revés de como me lo pidieron"
La noche ampliaba sus
brazos sobre la pequeña aldea. Las tiendas se confundían con las estrellas y la
mujer, con los dientes rotos y careados, ya estaba encima de él.
"¡¡ DIOS!!, ¡¡
NO!!"
23 horas antes del regreso y contando.....
Cuando el soldado del
futuro recuperó algo de la fuerza perdida en el viaje se levantó. Algo le decía
que aquel era el mismo lugar donde había estado Ezequiel, era una premonición,
un sentimiento interior. Miró a su alrededor y a un costado halló una pequeña
porción del terreno quemada, sin vida, confirmando esa premonición. Detrás de
él la puerta, el ovalo negro, lo contactaba con la humanidad que el conocía y
debía salvar. Su misión era simple: confirmar la presencia del viajero en ese
lugar y en ese tiempo.
Después de largas
discusiones, el consejo llegó a la conclusión que la única manera factible de
salvar a la humanidad era detonando una bomba nuclear donde Ezequiel había
aparecido. Esa era exactamente la misión del soldado y una vez confirmado, sin
pensar en nada mas, programar la bomba y regresar al futuro. Lo que el soldado
no sabía era que no necesitaba programar la bomba. "Cuando Ud. sepa que el
viajero estuvo donde Ud. está: abra la valija y programe la bomba", le
habían dicho, pero la valija no necesitaba programación, tenía un dispositivo
de percusión que explotaba la bomba apenas se abriera la valija. De esa manera
no quedaría duda posible de que la bomba estallaría si el soldado confirmaba la
presencia de Ezequiel. Y si por mala suerte la bomba caía en malas manos,
cuando intentaran abrir o romper la valija la misma estallaría.
El soldado se levantó
y escribió en un papel " estoy en el lugar, en el mismo lugar del
viajero" y tiró el papel contra el ovalo negro. Después de un chasquido se
levantó y se dirigió hacía la valija que contenía la bomba termonuclear con el
poder suficiente como para borrar de la faz de la tierra unos doscientos
kilómetros cuadrados de tierra. Habían transcurrido un día desde que el viajero
emigró al pasado y el consejo consideraba que un hombre a pie o en camello, por
mucho esfuerzo que pusiera, no podía haberse alejado mas de doscientos kilómetros del lugar.
El soldado apoyo la
valija en el piso y se arrodilló para cumplir con su misión, pero alguien lo
estaba mirando detrás de los árboles, desde el principio, analizando sus
movimientos paso a paso. El soldado sintió un desplazamiento a sus espaldas,
pero pensó que se trataba del viento. Sin embargo: alguien se acercaba; y no
era una sola persona, sino seis....
Una fracción de
segundo después se abalanzaron sobre él sin darle tiempo a defenderse.
33 horas antes del regreso y contando....
Ezequiel se recuperó
de su primer día fatídico. Se sentía realmente muy mal. Estaba cansado y tenía
dolores de cabeza, le dolía terriblemente la garganta y tosía como si cada
espasmo bronquial fuera el último de su vida. Algunos de los hombres de la
pequeña aldea se dirigían hacía lo que él consideraba como el pueblo cercano
mas grande. La mujer que lo había emborrachado y manoseado, "por suerte no
recuerdo nada mas" le comentó que ahí había muchos profetas, vagos, y
locos; y que seguramente encontraría al hombre que buscaba.
Apenas salió de una
de las tiendas empezó a preguntarle a todo el mundo (creyendo que se había
ganado su confianza con la borrachera de la noche anterior), si alguien había
visto o sabía de la existencia de un loco construyendo un enorme bote de madera
como de trescientos codos de largo. Pero como única respuesta le dijeron que
acompañará al grupo que iba al pueblo a cambiar unos corderos. “quizás ahí
esté”, le dijeron.
Salieron hacía el
mediodía. Y al atardecer llegó a lo que parecían los muros de un ciudad, pero
sintió mareos y divisó en su brazo manchas rosadas. "algo salió mal. Me
siento mal, muy mal", se dijo.
Decidió que lo mejor era regresar al lugar de re-apertura y hacerse unos análisis.
Transcurría el
segundo día desde su visita y permanencia en un tiempo que no era el suyo.
"y nada parece salir como lo planificaron", se dijo. "Es
imposible predecir tantas cosas, tantas variables, imposible, debo regresar, me
siento muy mal"
New York. 09, 35 .... 30 horas antes del regreso y
contando....
Era una mañana
lluviosa, tormentosa, pero el mundo no se interesaba en el clima, no había
tiempo para los problemas mundanos. En la oficina del presidente de la ONU Roberto
Doria le explicó al Presidente cuales eran las determinaciones que se habían
tomado para solucionar el problema del viajero infectado. Los dos estaban
cansados y angustiados. El Presidente había discutido con un sin fin de
personas importantes y con representantes de todas las corporaciones del mundo.
Y Roberto Doria había visto el miedo y el desenfreno en los manifestantes del
complejo por la televisión y también en aquellos que gritaban en las afueras
del edificio de la ONU.
Roberto Doria estaba
angustiado por algo que había visto en las puertas del edificio y se lo comentó
al Presidente:
- Vi como un hombre
se quemaba vivo frente a las puertas del edificio. Fue terrible. Sencillamente
el tipo, se arrodilló, se empapó de nafta y se prendió fuego. ¡ el mismo Dios
mío!. Y ni siquiera la lluvia pudo salvarlo.
- Quizás ese hombre
hizo lo que todos deberíamos haber hecho.
- Puede ser. Nadie
cree que podamos hacer algo para arreglar la situación. Para todos, el mundo ya
está perdido.
- Solo nos queda
esperar que dios nos salve. Aunque
difícilmente eso suceda. No creo que la humanidad haya utilizado bien la vida y
la tierra que nos fue regalada. No nos merecemos otra cosa que esto.
Roberto Doria se
acercó a la ventana. Abajo, en las calles de la ciudad la gente seguía
enloqueciendo. A lo lejos divisó el humo de un incendió subiendo pesadamente
hacía las nubes y el ulular afligido de una autobomba. "si el soldado no
manda la segunda nota de que va a programar la bomba probablemente terminemos
destruyéndonos nosotros mismos con toda esta locura.", pensó. A Roberto le
había gustado mucho el segundo discurso del presidente. Para calmar los ánimos
el Presidente había utilizado palabras que según la Biblia le había dicho Dios
a Noé cuando terminó el diluvio. El Presidente había hecho referencia a que
Dios, después del diluvio, creo el arcoiris a modo de pacto con la humanidad de
que nunca mas volvería a desatar una catástrofe natural. Y lo había terminado
encomendando el mundo en sus manos. A Roberto le había gustado mucho, pero la
gente, en realidad, estaba furiosa. Furiosa con la soberbia de los gobernantes.
- Sabe lo único que
me dijo el papa sobre esto. - le cortó los pensamientos el Presidente.
- No señor ¿qué le
dijo?
- " ¡¡ yo se los advertí, no se puede pretender ser
mas omnipotentes y sabios que dios. Hay preguntas y misterios de los cuales
nunca debemos conocer su respuesta. Están ahí justamente para justificar la
vida!!".
- Cuanta razón tiene.
- Si pero ya es
tarde. Con la razón no hacemos nada.
Roberto miró el
cielo, la lluvia había mermado. Pensó que si el mismísimo Presidente de la
humanidad perdía toda esperanza de salvación: qué se podía esperar de la gente
común. "Si yo fuera Noé", se dijo.
En el cielo, a un
costado, divisó un arco iris, hermoso, colorido, muestra del triunfo de la luz
sobre la tempestad.
"Está es la señal del pacto. El pacto que
jamas violaré". Eran las palabras del pacto que hizo dios con Noe.
“Usted. mismo las recitó señor Presidente no me falle ahora" se guardó de
decirle a aquel hombre derrotado. Y sintió como una llamarada aliviadora de esperanza
invadía su alma.....
23 horas antes del regreso y contando.....
El soldado trató de
defenderse del repentino ataque. Pese a que los hombres lo habían tomado por
sorpresa no tenían demasiada fuerza ni parecían preparados para la lucha; pero
eran seis, y él todavía no se había calzado las armas que estaban a un costado
del óvalo. Mientras peleaba uno de los hombres tomó la valija con la bomba. El
soldado le gritó que dejara eso. Pero el hombre la tiró con violencia a un
costado como si estuviera tocando algo maldito.
Otro de los hombres
se acercó al ovalo temporal y luego salió corriendo. Sencillamente desapareció
como si hubiera visto al diablo cara a cara.
Cuando el soldado
creía que los estaba venciendo sintió un golpe muy fuerte en la cabeza y algo
caliente le circuló dañino por la espalda.
- ¡ Déjenme!. ¡
Déjenme!. Mierda. Uds. no saben.
Pero los hombres no
lo escuchaban. Lo habían visto aparecer de un agujero de oscuridad "y
seguramente creen que soy un demonio" pensó. “Además”, se dijo, “ni
siquiera deben entender lo que les digo". Trató de pararse, de presentar
batalla, pero sintió otro duro golpe en el estómago mucho más fuerte que el
anterior; y un borbotón de liquido caliente se derramó entre sus piernas. No le
dolía, pero estaba aseguro que era su fin. Segundos después sus fuerzas lo abandonaron.
Los hombres lo
cargaron sobre algo mullido y se lo llevaban. El soldado trató de liberarse
pero ya no tenía fuerzas. Lo último que vio fue la valija con la bomba tirada a
un costado, el ovalo de maligna oscuridad y nada mas; sólo unas gotas de sangre
en el piso.... ¡ Su sangre!". Sin embargo no pensó en que lo dejaran
tranquilo, ni siquiera en su vida, sino, en que nadie rompiera el sistema de
programación de la valija.
"No pude cumplir
mi misión" cerró los ojos y creyó que la oscuridad del ovalo venía a
salvarlo....
22 horas antes del regreso y contando....
Ezequiel tardó todo
varias horas en volver a la zona del
lanzamiento. Estaba enfermo. La piel de sus brazos, del pecho y de las
piernas lucía enfermiza y llena de manchas. Manchas de color rosa pálido y
estaba resfriado y le dolía la garganta y la piernas.... le dolía el alma.
Trató de dilucidar qué clase de enfermedad se podían haber olvidado los médicos
de prevenir y vacunarlo: lepra, escorbuto, peste bubónica. Sin embargo sabía
que estaba inmunizado contra todo y especialmente contra un resfriado "un
resfriado cómo pudo atacarme tan rápido" No estaba muy seguro de que tenía
un resfriado, pero estab enfermo. "Probablemente de tan inmunizado que
estoy, padezco lo contrario", pensó.
Trató de pensar:
sabía que en el futuro había existido una enfermedad así; una enfermedad que
atacaba el sistema inmunológico, la enfermedad de la sangre, pero no podía
acordarse del nombre.
Cuando llegó al descampado
vio algo increíble. Un óvalo temporal abierto
y una valija de metal tirada a un costado. “No puede ser. El óvalo no se
abrirá hasta dentro de unas pocas horas”.
Ya no podía caminar
más, se asfixiaba, y sentía que moriría ahí mismo. Había sangre en el piso, y
pisadas. Las había por todos lados. Especialmente cerca del ovalo. "parece
que hubo un combate", Trató de alcanzar la valija pero las piernas le fallaron. "¿ qué me pasa, Dios
mío?". A un costado del ovalo vio algo parecido a una campera de soldado.
"¿Un soldado ?. Para qué habrán mandado un soldado.. algo malo debe
haber pasado". No necesitó pensar demasiado en el asunto para darse cuenta
el porque de la presencia del soldado. "La enfermedad... vinieron a
buscarme porque saben que estoy enfermo...."
De pronto observó
como la valija comenzaba a desaparecer. "No puede ser" Dirigió su
cámara al matorral donde había escondido su equipo y este también desaparecía. Miró
hacia atrás y también desaparecía el ovalo, negro, frío, demoníaco. "¿Qué
pasa?.. Dios.. no puede ser", miró la sangre que se confundía con el pasto
y ésta también desaparecía. Todo desaparecía como si nunca hubiera existido.
Se miró los brazos
asqueados de manchas rosas y también habían comenzado a desaparecer, primero la
manchas, luego: la carne....
"Ya se como se llama la
enfermedad...", fue su último pensamiento.
Y el Diluvio
Universal había llegado y solo los puros, castos, y bondadosos fructificarían.
Y el séptimo ángel abrió el sello; y la vasija de sangre
se derramó en la tierra; y la muerte y el hades fueron arrojados al lago de
fuego. Esto significa la muerte segunda...... la muerte eterna.....
( Apocalipsis Cap. 20.
Ver 14.)
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